El pasado martes, 24 de octubre, el colegio Juan Pablo II recibió la visita de la Virgen Peregrina de Fátima, la cual fue acogida con diversos actos.
La imagen de la virgen fue recibida en nuestro colegio a las 10 de la mañana por todos los alumnos de nuestro centro, los cuales se situaron a ambos lados de la calle para recibirla entre vítores y piropos.
Se trata de la imagen bendecida por el Papa Pablo VI, y declarada por él como peregrina de Fátima el 13 de mayo de 1967. La imagen también lleva un rosario obsequio de nuestro patrón, San Juan Pablo II. La imagen de la Virgen «peregrina» de Fátima es una réplica de la original, cuya misión fue recorrer las principales ciudades de Europa. Así se hizo en 1945 al finalizar la Segunda Guerra Mundial. en 64 países. Al regresar de nuevo al Santuario de Fátima sólo ha salido sólo en circunstancias extraordinarios como en 1984 cuando fue trasladada a
Roma, a petición de San Juan Pablo II, para consagrar el mundo al Inmaculado Corazón de María. Este año, con motivo del centenario de las apariciones vuelve a salir para hacerse presente en todo el mundo.
La reproducción peregrina permaneció en 1973 en el pedestal donde se encuentra la talla original, en la Capelhina de Fátima, lugar exacto en el que la Virgen se apareció a los hermanos Francisco y Jacinta Marto (canonizados un 13 de mayo por el papa Francisco) y a su prima
Lucía. Esta última veneró personalmente la imagen española en la ciudad portuguesa de Coimbra, como también lo hizo Santa Maravillas de Jesús, que peregrinó en reiteradas ocasiones al Cerro de Los Ángeles, lugar donde permanece la imagen en verano. Nuestra Señora de Fátima comenzó su itinerario en la Comunidad de Madrid el pasado 12 de mayo y se trasladó después a Galicia (La Coruña, Lugo, Pontevedra, Cangas y Santiago de Compostela). Posteriormente desde Medina del Campo partió a Palencia, Navarra y Cataluña. Actualmente
recorre tierras andaluzas.
Y ahora es el turno del colegio Juan Pablo II – San Pedro, que ha sido su hogar durante una mañana y hemos aprovechado tan alto honor para, por ciclos, leerle poemas, cantarle canciones, ofrecerle flores, hacerle peticiones y rezar misterios del rosario.
Gracias madre por tu visita, ¡gratia plena!.